Cuando una empresa en la que inviertes sale a la bolsa

La semana pasada estuvo llena de buenas y extraordinarias noticias, acompañada de fuertes emociones. Tuvimos el segundo grupo en Silicon Valley en tiempos de pandemia, Rani Therapeutics, una empresa en la que un grupo de nuestra red invirtió, salió a la bolsa haciendo su IPO en el Nasdaq, un intern de SV Links consiguió trabajo en el corporativo de Facebook y conocí a un gran fotógrafo.

A continuación, los detalles de cada una de estas emociones, y sí muy fuertes, sobre todo, la del fotógrafo, por ello la dejo hasta el final.

Rani Therapeutics al Nasdaq.

 El pasado viernes, la empresa Rani Therapeutics donde un grupo de participantes en los programas de SV Links han invertido, hizo su oferta pública inicial en el Nasdaq (IPO).  

Rani Therapeutics, ha desarrollado una tecnología por medio de una cápsula que hace posible inyectar medicinas directamente en el torrente sanguíneo del intestino delgado. En otras palabras, evita las frecuentes inyecciones de insulina, humira, hormona del crecimiento y muchas otras moléculas que hasta ahora son administradas por inyección intramuscular. En el mundo de las farmacéuticas le llaman a la resolución de este problema el santo grial, ya que hace posible una alternativa a las inyecciones. Hay ciertos medicamentos que no pueden pasar por el estómago. En el video a continuación se explica gráficamente el concepto.

¿Cómo tuvimos acceso a esta oportunidad?

Cenando en un restaurante de Palo Alto, literal. Una gran coincidencia. En el restaurante Nolas del centrito de Palo Alto nos dimos cita con un buen amigo y anfitrión nuestro en Google, Elena Karabanova, actual gerente General de SV Links, y un servidor. Además de la coincidencia de tener como vecino de mesa al CEO de Box, Aaron Levie con quien nos tomamos una foto, también estaba en el mismo restaurante Griselda Cuevas, quien trabajó con nosotros como intern en Ovalpath en el año 2010 y cuya historia merece un capítulo completo. Griselda estaba interesada en presentarme a una amiga suya Mar Pérez con quien estaba cenando en el mismo restaurante que nosotros. Mar trabajaba en ese entonces en Incube Labs, el laboratorio que dio origen a la tecnología de Rani fundada por Mir Imran el gran prolífico emprendedor de la India, experto en el desarrollo de dispositivos médicos y quien tiene en su haber personal más de 300 patentes, (más de los patentes que produce todo el país de México en un año). Mir ha vendido 17 empresas en el pasado y ahora Rani es la primera de sus empresas que sale a la bolsa de valores del Nasdaq. Esa primera conversación con Mar Pérez, derivó en una invitación a sus laboratorios y en una gran amistad.

Una vez visitado los cuarteles de Mir Imran y a su equipo, con varios grupos de SV Links surgieron los primeros interesados en invertir en Rani en su ronda de inversión privada, es decir, no para cualquiera, en este caso Mar y Mir nos abrieron las puertas a la red de SV Links.

¿Qué pasa cuando una empresa sale a la bolsa?

Las inversiones en startups en resumen se traduce en comprar acciones preferentes de la misma. Se llaman preferentes porque en caso de un evento de liquidación de la empresa (venta, adquisición o remate) los tenedores de acciones preferentes van primero en la distribución de capital, antes que los tenedores de acciones comunes. Las acciones comunes son las que normalmente se otorgan a los empleados, consejeros y fundadores. En palabras de Tim Harris, managing partner de la prestigiosa firma legal Morrison and Foester los tenedores de acciones preferentes y comunes van en el mismo avión (empresa) sólo que unos van en clase ejecutiva y otros en clase turista. Ambos tienen el mismo destino, pero cada pasajero (tipo de acción) tiene distintos privilegios.

En el caso que la empresa salga a la bolsa, las acciones preferentes de los inversionistas se deben convertir a acciones comunes para hacerlas comercializables en la bolsa. Durante los primeros 6 meses posteriores al IPO no es posible hacer “trading” (ni comprar ni vender) a los inversionistas iniciales para evitar movimientos “bruscos” en el volumen de transacciones debido a la información privilegiada que tienen de la empresa y se deja al mercado público que haga su apuesta o no por la nueva empresa pública.

Estos conceptos los vi, seguramente ustedes también, en la maestría de negocios. Es muy diferente verlos como espectadores, ante un caso académico que estar en un caso real, a vivirlos como protagonistas e inversionistas y más de una empresa de Silicon Valley que trae una tecnología revolucionaria en su sector.

La invitación sigue abierta. Todos los días surgen "nuevos Ranis" en las cafeterías y restaurantes de Palo Alto (aún en tiempos de pandemia), sólo falta tomar postura, o seguimos como espectadores y académicos o nos volvemos dueños también de empresas que están configurando el mundo que vivimos. Ojalá sea lo segundo.

Segundo programa de SV Links en tiempos de pandemia.

12 participantes de Colombia, México, Perú-Miami atendieron nuestro programa 125 en Silicon Valley. Mientras el grupo estaba por aquí vivíamos el periódo de confidencialidad de la salida a la bolsa de Rani, nada podía comentar, ni informar, ni anunciar. Sin embargo, la alegría era casi incontenible por este nuevo hito de que una de las empresas que visitamos en el 2015 y 2016 y donde luego invertimos, estaba a punto de experimentar una salida al Nasdaq. 

El grupo no fue la excepción respecto a los otros 124 grupos del pasado en el cual la gran mayoría de participantes conocía San Francisco pero no el Valle del Silicio localizado, justo en la misma península al lado de la ciudad de las colinas. Este desconocimiento fue sin duda el ingrediente principal que les hizo saborear la cultura única y peculiar del ecosistema de innovación más potente del mundo.

Lo importante son los pájaros, no el nido, o dicho en las palabras de uno de los gurús de Silicon Valley, este lugar son sus interacciones, no sus edificios. Literalmente aplica esto al programa, dado que muchas de las sesiones, debido aún a restricciones impuestas por la pandemia, las tuvimos en garajes, en el campo de golf de Stanford, en los parques y lagos del campus de Google. Este ambiente casual ayuda a desmitificar muchos prejuicios de exclusividad de Silicon Valley e invita al más reacio y escéptico a conectar con sus interlocutores, conferencistas y speakers que finalmente es lo que provoca la confianza y posteriormente la invitación a la acción y no dejar esta inversión del viaje en tiempo y dinero en una experiencia académica, sino en una experiencia de vida, de conexiones y de educación y oportunidades exclusivas de negocio.

Dejo a los 12 participantes que comenten lo que aprendieron de esta experiencia. Pudieron experimentar de primera mano que este valle con un valor de mercado superior a los 4 trillones de dólares es perfectamente transitable en bicicleta y en Teslas.

 

El fotógrafo.

Al inicio de este programa, fuimos a cenar a un buen restaurante en San Francisco, después de las sesiones en el piso 13 de una torre en el centro financiero de la ciudad. Después de ordenar las viandas y ya que había llegado el vino nos alineamos, estiramos las mejillas para mostrar la mejor sonrisa al mejor de los fotógrafos. Pero ¿quién era este fotógrafo?, ¿a quién representa? ¿por qué tanta solemnidad para hablar del fotógrafo de esta ordinaria imagen de una cena en pleno viaje?

El fotógrafo no sale en la foto, tan poco lo vemos desde América Latina, en particular a la clase privilegiada, con educación en México a este tipo de fotógrafos no se les conoce, incluso ni sabemos que existen. En lo personal me enteré de su existencia 2 años después de vivir entre ellos.

Este fotógrafo en particular, y que representa a otros millones de fotógrafos como él, es nuestro mesero, originalmente de un pueblito en Quintana Roo, México. Tenía 12 años sin ver a su madre, ni a su padre, ni a su mujer ni a sus hijos. Me comentó que acababa de regresar de México, y precisamente fue a poner fin a esa más de una década alejado físicamente de su familia. Estuvo varios meses con ellos para después volver a repetir la hazaña de cruzar la frontera para buscar su sustento y el de los suyos. Le tomó tres meses de larga espera lograr cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos, pagó $14,000 dólares a los “gestores” para que le ayudaran en el cruce. Cuando finalmente llegó el momento de pasar por un tunel, sorteando las rondas de la patrulla fronteriza deciden dar el salto y correr por toda la noche en el desierto de Arizona. Se lesiona de la pierna, pero es gracias a esa lesión que "la migra" no lo pesca, a todos los que le tomaron la delantera los atrapó la policía y los deportaron. 

Juan, así se llama el fotógrafo en cuestión, no salió en la foto, no sale en los diarios, no sale en la sección de economía, no fue a las mejores escuelas de negocios, pero aún con todas esas carencias, Juan y sus otros 11 millones de compatriotas que tampoco han visto a sus familiares en años nos envían $40,000 millones de dólares a la economía mexicana. Personas como Mir Imran, el creador de Rani envían 90,000 millones de dólares a la economía India. Me pregunto ¿cuándo vendrán los mexicanos, los latinos de la élite a seguir el ejemplo de Mir y gobernar una buena parte de Silicon Valley? SV Links los espera con los brazos abiertos y de paso, les aseguro que ayudaremos a que el fotógrafo también salga en la foto.

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De paseo en bicicleta por el vecindario.